¿Qué hago si mi parabrisas tiene un golpe?

Cada día vienen a nuestra empresa clientes que están buscando remplazar la luna delantera en Vitoria, pues es uno de los elementos del coche que más sufre, en especial si circulamos a diario fuera de la ciudad.

La rotura de la luna delantera puede comenzar con un golpe casi imperceptible, pero cuando se produce lo mejor es solicitar cita para reparar tu luna delantera, pues de lo contrario se terminará rajando en el momento más inconveniente.

 

¿Por qué tengo un golpe en la luna delantera?

Hay varias causas por las cuales se rompe el parabrisas, que es el cristal más expuesto, pero en ocho de cada diez casos las culpables son piedras que saltan cuando pasa por encima un vehículo, en especial los camiones.

Además, los cambios bruscos de temperatura como los que se sufren en las zonas de interior, con heladas fuertes por la mañana y sol al mediodía, las vibraciones en las carreteras bacheadas o los caminos, e incluso las ramas de los árboles, son otras de las causas por las que tenemos que acudir a un taller reparación de parabrisas en Vitoria.

 

Tipos de rotura de lunas delanteras

En nuestro taller para reparar la luna delantera en Vitoria, vemos que las roturas no son iguales, ya que hay algunas con las que se puede circular un tiempo sin peligro, mientras que otras nos deben hacer acudir al taller de inmediato.

Desgastes superficiales

Tras el golpe de piedra, vemos una línea muy sutil. Nos tenemos que fijar bien para poder verla y que no suponga un problema inmediato, puesto que aunque el vidrio es más flojo en esa zona, no se romperá si no sufre otro golpe.

Ojo de buey

Aquí el problema es más grave, pues hay un agujero con forma de cono que nunca sobrepasa el cristal debido a la capa de plástico que lleva por dentro. Si tenemos la luna tintada, el orificio se queda en la lámina que la oscurece.

Agujero con fisuras

El peor de los tres casos es aquel al que al agujero lo acompañan una serie de grietas que van recorriendo una parte del vidrio. Aquí, la mejor decisión es venir a nuestro taller para reparar la luna delantera en Vitoria, pues si no se actúa de inmediato el vidrio va a quedar destrozado y no se va a poder conducir.

 

Acudir a un taller especializado

Cuando notamos el golpe en la luna, y es algo que no pasa desapercibido, lo mejor es acudir a nuestro taller, pues muchas veces se producen daños que no son perceptibles por el ojo humano.

En el lugar del impacto, el parabrisas está debilitado, lo que lo hace más propenso a partirse por un cambio brusco de temperatura, como cuando ponemos la calefacción en invierno para quitar el hielo, o incluso al pasar un bache.

Muchas veces la rotura se produce al aparcar, cuando el vidrio ha tenido un impacto, no lo hemos arreglado y justo al estacionar damos con la rueda en el bordillo, momento en el que la luna se raja. Todos los cristales de las lunas delanteras están laminados desde hace ya décadas, de manera que cuando las roturas no son importantes y se atienden pronto casi siempre es posible arreglarlas, lo que evitará tener que cambiar el cristal.

Esta intervención la cubre el seguro de lunas que tienen la mayoría de los conductores, por lo que no habrá que pagar nada por remplazar la luna delantera en Vitoria o de hacer un arreglo en esta, en cualquier otra ciudad.

 

Precauciones en caso de rotura

Casi siempre el impacto o la rotura nos ocurre en marcha, pues las culpables son las típicas piedras de gravilla que quedan sueltas en la carretera.

Si el impacto es fuerte, no debemos frenar en seco a comprobar los daños, sino hacerlo de manera gradual, y detenernos en un sitio seguro para evaluar bien el alcance del golpe. De este modo, veremos si podemos continuar con el fin de ir a un taller de lunas cuanto antes, o si los daños nos impiden conducir y tenemos que avisar al servicio de asistencia en carretera.

Una vez que hemos revisado si podemos continuar, sí que hay que tomar una serie de precauciones, como la de no accionar la luneta térmica delantera si la tenemos o no poner la calefacción incidiendo en los cristales. A su vez, habrá que evitar los sitios bacheados y aparcaremos con cuidado, que será la manera en la que pasemos por los badenes, pues si no somos prudentes el vidrio se puede rajar por completo.

 

Sea del tipo que sea la rotura de la luna delantera, al final lo mejor es no circular así demasiado tiempo, pues en la inmensa mayoría de las ocasiones el impacto se puede arreglar si acudimos cuanto antes a un taller de lunas, evitando que el daño se agrave y produzca la rotura total del cristal.