Ahorro energético – Viviendas pasivas

Con el coste de la energía subiendo sin control, el interés por el ahorro energético en casa es cada vez mayor, pues de él va a depender la factura que nos llegue a final de mes, la cual es cada vez más alta.

Para que la factura no nos asuste hay varias maneras de conseguir un buen ahorro energético que vamos a ver ahora, como las láminas solares, las clásicas persianas o soluciones más radicales como la vivienda pasiva.

 

¿Qué es una passivehaus o vivienda pasiva?

El concepto de la casa passivehaus parte de la idea de que la mejor manera de ser eficiente es no gastar energía, por lo que las viviendas se diseñan con la finalidad de que apenas necesiten calefacción o aire acondicionado para mantener el confort térmico.

Son casas más caras que las tradicionales y tienen la desventaja que es prácticamente imposible convertir una vivienda ya construida al estándar passivehaus, de manera que para conseguir un edificio tan eficiente tiene que ser de nueva construcción.

Esta vivienda tiene como objetivo ser estanca, que no entre aire cuando no queramos conservando la temperatura interna, ventilándose a través de un sistema de intercambio de calor y frío.

De hecho, las ventanas de las viviendas pasivas no se abren, y el aire limpio entra mediante un sistema de ventilación forzada que mezcla el aire del interior y del exterior de acuerdo con la temperatura que nosotros hayamos seleccionado.

Su aislamiento térmico es sensacional, por lo cual se usan ventanas y puertas de calidad muy alta, con baja transmitancia térmica que en función del clima pueden tener hasta un triple acristalado.

Otra de las zonas que trabajan es la de la envolvente del edificio, la parte que da al exterior en la cual se tiene mucho cuidado en eliminar los puentes térmicos, lo que impide que cuando la fachada se enfríe o se caliente transmita esta temperatura al interior.

De todas estas acciones lo que obtenemos como resultado es que el ahorro energético en una passivehaus es del 75 % en calefacción y refrigeración con respecto a una vivienda tradicional, por lo que el sobrecoste se amortiza en un periodo de tiempo no demasiado largo, tiempos que se acortan cada vez más porque el coste de la energía no para de subir.

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Estores y persianas venecianas

No podemos conseguir el ahorro energético de una passivehaus en casas o edificios ya construidos, pero sí que podemos llevar a cabo algunas acciones para obtener ahorro energético notable, las cuales son muy económicas.

Entre las medidas que podemos tomar está el colocar estores y persianas venecianas en las ventanas, cuya finalidad es impedir que el calor que provoca el sol entre por el acristalamiento, además de poder regular la luz que puede llegar a ser muy molesta.

En el mercado vamos a encontrar persianas venecianas de varios materiales y colores y lo mismo con los estores, algunos de los cuales son específicos para el sol al llevar una capa térmica.

Con ambos productos vamos a impedir que el calor entre por las ventanas lo que hace que el edificio esté más fresco, bajándolos cuando da la luz del sol para subirlos después y permitir que la luz pase.

Además de su precio, la gran ventaja de los estores y las persianas venecianas es que se pueden colocar de una manera muy sencilla, haciendo un par de agujeros para fijarlos aunque ya se venden sistemas en los que ni siquiera hay que taladrar, colgándolos con unos sistemas de ganchos que se ponen los perfiles de las ventanas.

Si tenemos dudas a la hora de elegir un estor o una persiana, podemos contactar con una empresa de instalación de cortinas en Vitoria para que nos asesoren y nos hagan un presupuesto en función de nuestras necesidades.

Láminas solares

Ya hemos visto que las persianas y los estores son una buena solución para que la temperatura no suba en los interiores, pero tienen la desventaja de que hay que subirlos y bajarlos, bien a mano o bien con un motor.

Esto no es un problema en casa, pero cuando hablamos del ahorro energético en un edificio sí que puede presentar inconvenientes, los cuales se solucionan poniendo láminas solares en los cristales.

No hay que cambiar las ventanas, puesto que se colocan encima de los cristales, ayudando a que la temperatura interior baje de manera considerable y haciendo que el ahorro en aire acondicionado sea elevado.

Igualmente, la instalación de estas láminas tiene otras ventajas, como el impedir que pase el 99 % de la radiación solar que decolora todos los objetos sobre los que incide, y que puede llegar a quemar a los trabajadores si les da de manera directa.

También se aporta seguridad a los edificios, puesto que la lámina impide que los cristales se fragmenten si se rompen por cualquier circunstancia, pues se quedan pegados a la lámina.

Por último, las láminas solares no impiden el paso de la luz, lo que significa que una vez puestas nos olvidamos de ellas, algo que no pasa con las persianas y los estores que hay que regular varias veces al día para que sean eficaces.